Alba Sabina Pérez
Alba Sabina Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 1984) es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. Es autora de cuatro libros: la biografía musical ‘Algo que contar’ (Planeta, 2008), el libro de relatos ‘¿Quién cuidará de mis guardianes?’ (Idea, 2013), la novela ‘Silence’ (Neys Books Ediciones, 2014) y el libro de poesía ‘Ya nadie lee a Pentti Saaritsa’ (Ediciones La Palma, 2015). En el sector audiovisual, ha trabajado en redacción y producción para Plural Enterteinment y Telesistema Canarias y su corto ‘20 euros’ fue seleccionado para la Muestra de Jóvenes Realizadores del Festival Internacional de Cine de Gijón en 2007. Ha traducido a Scott Fitzgerald, Wilkie Collins, Katherine Mansfield, Washington Irving y H.G. Well, así como guiones de series y películas. Sus textos han sido publicados en las revistas ‘Ínsula’, ‘Vallejo&Co’, ‘Poemad’, ‘Plumas Hispanoamericanas’ y ‘Marcapiel’. Actualmente trabaja de lingüista en Netflix y colabora con la columna ‘Letras desveladas’ en ‘La Opinión de Tenerife’ y como redactora en la revista ‘Con Estilo’.
Facebook – Blog – en DRAGARIA
⇒ ¿Cómo valorarías el lugar que ocupa la mujer en la literatura canaria actual?
La literatura es mucho más exigente para las mujeres que para los hombres siempre. A ellos se les perdonan más fallos y se les reconocen más los aciertos.
⇒ Históricamente ha habido grandes escritoras en las Islas: Pino Ojeda, Mercedes Pinto, María Rosa Alonso, Josefina de la Torre, Chona Madera, Pino Betancor, Josefina Pla… Sin embargo, todas ellas actuaron como francotiradoras en un mundo literario dominado por los hombres. Hoy día asistimos a una explosión de firmas femeninas. ¿Es esto un indicio, una prueba, de que algo está cambiado o de que ha cambiado definitivamente?
Por suerte algo ha cambiado por el esfuerzo de las mujeres, de las intelectuales, investigadoras, divulgadoras y escritoras feministas por hacer entender a una sociedad ciega y opacada que hay un problema de perspectiva. Aún así, las cosas siguen mal. Los hombres ven ataques constantes hacia ellos cuando desde el feminismo lo único que se reivindica es una mirada igualitaria hacia nosotras.
⇒ ¿Crees que la mujer debe adoptar un papel reivindicativo en cuanto a la consideración de la literatura femenina respecto a la masculina?
Desde cualquier postura de cierto poder o de cierta repercusión pública se debería adoptar una postura reivindicativa y exigente con respecto a la perspectiva de género. El grave problema es que la literatura como representación de realidades es fundamentalmente masculina y los círculos literarios también lo son pero, y a la vez y debido a esto, muchos aún consideran que no hay sesgo sino calidades inferiores en lo que escriben las mujeres, y es una mentira que se sustenta simplemente en la falta de interés, de leer e informarse, la falta de voluntad que muchos demuestran al no entender que es urgente y necesario revisar, no ya solo las ideas, sino de dónde parten éstas y cómo se han configurado.
⇒ ¿Qué opinas de la instauración del Día de las Escritoras? ¿Crees que ayuda en algo?
Soy partidaria de todos los días de algo porque sirven para que por un instante se piense en un problema que el resto del año, y dada la sobreinformación, no tiene un hueco en nuestra vida.
⇒ ¿Cuál es el principal impedimento para el ejercicio de la literatura por parte de la mujer?
Principalmente lo que dije antes, la exigencia. Es muy difícil aún hacer ver a la sociedad lo que se le exige a una mujer en cualquier campo para estar a la misma altura o tener las mismas posibilidades que un hombre en igualdad de condiciones. Incluso una escritora de poca calidad siempre se mirará con una lupa con la que no se mira a un escritor hombre de la misma mala calidad.
⇒ ¿Observas algún elemento distintivo en la literatura femenina canaria respecto a la de otras latitudes?
De la misma manera que cada lugar ofrece una perspectiva, el espacio canario ofrece la suya, con sus particularidades y sus universalidades. Ser de la periferia es una doble discriminación: ser mujer y estar lejos de los epicentros, así que en ese sentido sí, si ya la literatura escrita por mujeres tiene un estigma, más lo tiene la literatura escrita por mujeres de la periférica.
No te pierdas ninguna de las entrevistas: