Silvia Rodríguez
Silvia Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1970) es traductora e intérprete y ha publicado los libros de poesía ‘Rojo Caramelo’ (Alharafishedita, 2004), ‘El ojo de Londres’ (colección de poesía San Borondón de El Museo Canario, 2005), ‘Casa Banana’ (Colección Poesía Gabinete Literario, 2007), ‘Shatabdi Express’ (Baile del Sol, 2008), ‘Bloc de notas’ (colección de poesía El Mirador, Ediciones Idea, 2009), ‘Departamento en Quito’ (Colección La Palma, Ediciones La Palma, 2013 ) ‘Ciudad Calima’ (Colección por mi mala cabeza, Ediciones Tragacanto, 2015) y ‘Las princesas no tienen nombre’ ( Editorial Maclein y Parker, 2016 ). Es coautora del libro tripartito ‘La fiesta innombrable’ con Verónica García y Antonio Puente (Baile del Sol, 2009) y ha publicado con Verónica García ‘Las bocas del agua’ (Colección Baños del Carmen, Ediciones Vitruvio, 2014). Entre otras antologías está incluida en ‘23 Pandoras: Poesía alternativa española’ (Baile del Sol, 2009) y en ‘Voces de Papel / A Miguel Hernández’ (Instituto Cervantes, Lyon, 2010). Estuvo en el programa del la II edición del Festival Internacional de Perfopoesía de Sevilla en 2009 y ha intervenido en los festivales internacionales de Poesía de Génova (2005) y de La Habana (2008 y 2009), en el Programa Literario de Otoño de Ginebra en 2009 y en el II Festival Internacional de Poesía Poetas en Mayo en Vitoria-Gasteiz en 2014. Ha editado textos en revistas como ‘La porte des poetes’, ‘Ficciones’, ‘Turia’, ‘Piedra del molino’, ‘Mundo Hispánico’, ‘Telegráfica’ o en el suplemento cultural mejicano ‘La jardinera Guarrior’.
⇒ ¿Cómo valorarías el lugar que ocupa la mujer en la literatura canaria actual?
Creo que lo que sobrevuela el tiempo es la buena literatura, escrita por mujeres o por hombres. La vocación de escribir es un trabajo interminable, una carrera ardua que no todo el mundo está dispuesto a sufrir. Para mí escribir es algo visceral y de lo que siempre dudo, no soy nadie para juzgar el trabajo de los demás, tengo bastantes rompecabezas para poder plasmar mi propio trabajo.
⇒ Históricamente ha habido grandes escritoras en las Islas: Pino Ojeda, Mercedes Pinto, María Rosa Alonso, Josefina de la Torre, Chona Madera, Pino Betancor, Josefina Pla… Sin embargo, todas ellas actuaron como francotiradoras en un mundo literario dominado por los hombres. Hoy día asistimos a una explosión de firmas femeninas. ¿Es esto un indicio, una prueba, de que algo está cambiado o de que ha cambiado definitivamente?
Nada cambia definitivamente desde mi punto de vista. Es verdad que todas estas escritoras de las que me hablas han dejado su impronta y han hecho historia en las Islas y algunas más allá, lo cual es importante y esperanzador. Sin embargo siento que como esta sociedad no es igualitaria, la misoginia sigue siendo un factor común en los círculos creativos, artísticos y de pensamiento. En general, las mujeres tenemos menos oportunidades en todo en nuestro mundo occidental.
⇒ ¿Crees que la mujer debe adoptar un papel reivindicativo en cuanto a la consideración de la literatura femenina respecto a la masculina?
Creo que la literatura no debe tener sexo, es buena o es mala, aunque obviamente el hombre y la mujer son diferentes y eso hace que se expresen desde realidades distintas. Además pienso que el papel reivindicativo debe desarrollarse en todos los ámbitos. No concibo que muchas mujeres no ejerzan su derecho al voto, hay que mirar siempre hacia atrás y ser consecuente y agradecida con lo que otras mujeres consiguieron dejándose la vida y la propia piel.
⇒ ¿Qué opinas de la instauración del Día de las Escritoras? ¿Crees que ayuda en algo?
Lo que ayuda es promover la literatura en serio, desde las instituciones y desde la iniciativa privada con colecciones, actividades, lecturas, presupuestos dignos, contratos editoriales decentes y apoyos para poder difundir la obra de los autores fuera del Archipiélago. Hay que darle un espacio a la literatura en todos sus géneros, un lugar hermoso, una pinacoteca de voces permanente. Lo que sucede aquí con la literatura me convence más de que el camino es en solitario, por uno mismo, sin saber muy bien hacia donde vas.
⇒ ¿Cuál es el principal impedimento para el ejercicio de la literatura por parte de la mujer?
No hay impedimentos para el ejercicio de la literatura, los impedimentos para eso se los pone uno mismo. La cuestión es que la mujer lo tiene siempre más difícil , pero este es un tema social que desgraciadamente influye negativamente en la cultura, en la política, en la ciencia y en la misma cotidianidad.
⇒ ¿Observas algún elemento distintivo en la literatura femenina canaria respecto a la de otras latitudes?
Es un problema para cualquier autor estar en una zona periférica, alejado de los puntos calientes de la cultura y del arte, pero la verdad es que no soy experta en literatura hecha por mujeres, sólo sé qué autoras me van dejando huella y trato de leerlas siempre que puedo.
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