Teresa Delgado Duque
Teresa Delgado Duque (Las Palmas de Gran Canaria) es técnica en Operaciones Aeroportuarias y Tráfico Aéreo, técnica superior en Integración Social, máster y coach de PNL, narradora oral miembro de la Red Internacional de Cuentacuentos, cocreadora y presentadora del programa de radio ‘De raíces a ramas’ y creadora, directora y presentadora del programa de radio ‘Había una voz…’, autora del poemario ‘Palabras Vivas’ y participante en varias antologías poéticas y festivales poéticos y de la palabra, nacionales e internacionales. Publicó en diversas obras conjuntas, tanto de relato, corto como de poesía, con Nace. Es colaboradora en revistas como ‘Arte y Cultura siglo XXI’, ‘Isla Negra’ y ‘Orizon Literar’, acaba de participar en una antología canario-rumana y libros de texto, así como en blogs y proyectos literarios con fines solidarios. Publica habitualmente en Facebook y Twitter. Crea y dinamiza en diferentes proyectos socio-educativos y culturales. Colabora y participa con proyectos culturales internacionales de manera asidua. Es autora y mantiene vivos seis blogs literarios y sociales dedicados a diferentes temáticas y estilos y una página web. Está a punto de ver la luz su segundo poemario, ‘Lienzo de Azules’.
Web – Facebook – en DRAGARIA
⇒ ¿Cómo valorarías el lugar que ocupa la mujer en la literatura canaria actual?
Mi sensación es que, en general, hay cada vez más mujeres visibles en todos los contextos de la sociedad incluidos los literarios. La literatura canaria no es una excepción. En los últimos tiempos se han sumado muchos rostros femeninos y se han vuelto más visibles aquellos que conformaban el paisaje de las letras canarias pero que quizá no eran suficientemente conocidos y reconocidos. Para mí está resultando una grata sorpresa descubrir esas voces antiguas y encontrarme con las nuevas.
⇒ Históricamente ha habido grandes escritoras en las Islas: Pino Ojeda, Mercedes Pinto, María Rosa Alonso, Josefina de la Torre, Chona Madera, Pino Betancor, Josefina Pla… Sin embargo, todas ellas actuaron como francotiradoras en un mundo literario dominado por los hombres. Hoy día asistimos a una explosión de firmas femeninas. ¿Es esto un indicio, una prueba, de que algo está cambiado o de que ha cambiado definitivamente?
Sin obviar que actualmente existen más recursos que facilitan la labor literaria, de edición y de publicación, siento que asistimos a un cambio global en lo femenino y en todas sus manifestaciones. La mayoría de esas mujeres escritoras que se nombran lo fueron en contextos socioculturales e históricos en que ya era difícil ser mujer cuanto menos mujer artista en general, escritora en particular. La mujer ocupaba un puesto secundario, casi anónimo en la sociedad, en el que habían de ir encorsetadas no solo en cuerpo sino también en alma. Admiro a esas mujeres. Escribir en esos tiempos tenía un valor añadido. Ellas abrieron los caminos y hacer caminos siempre resulta mucho más convulso y doloroso. Les debemos un reconocimiento y la gratitud de poder transitarlos en los tiempos actuales disfrutando de todos los paisajes.
⇒ ¿Crees que la mujer debe adoptar un papel reivindicativo en cuanto a la consideración de la literatura femenina respecto a la masculina?
Creo que el trabajo que está mostrando la mujer a los ojos del mundo obra de por sí el cambio que se está dando ya. Los auténticos lectores, los que aman de verdad la literatura no creo que hagan distinciones ni tengan preferencias de género. Un buen lector lee aquello que le resuena o que está bien escrito. Cada cual ha de ser fiel a su esencia. Hay mujeres muy reivindicativas en el panorama literario actual y otras que siéndolo menos obran también cambios importantes y necesarios. Hay cosas que no cambian o que precisan de más tiempo para hacerlo. Lo importante es escribir. Escribir mucho y bien. El tiempo va colocándolo todo en el estante de la librería que le corresponde.
⇒ ¿Qué opinas de la instauración del Día de las Escritoras? ¿Crees que ayuda en algo?
En general los famosos día de… siempre me han parecido o una artimaña comercial o una excusa institucional justificativa, pero he de admitir que en muchas ocasiones focalizar la atención hacia un tema concreto con determinadas acciones funciona como llamada de atención, luego cada cual que profundice en aquello que corresponda. Un Día de las Escritoras es una oportunidad de estar más presente y visible. Una excusa para el reconocimiento de las que nos precedieron y para el conocimiento de las que cada día se asoman a esta ventana del mundo. Un lugar de encuentro y una posibilidad de compartir. Podría ser un recurso interesante.
⇒ ¿Cuál es el principal impedimento para el ejercicio de la literatura por parte de la mujer?
Es evidente que una arquitectura creada hace tantísimo tiempo en función de los hombres, será más difícil de habitar para las mujeres, sin embargo siempre ha habido mujeres a lo largo de la historia que han logrado ser visiblemente respetadas y valoradas por su talento, incluso en épocas más densas y oscuras. Estamos en un momento en el que podemos estar a la par. Los obstáculos podrían volverse escalones. Las estructuras están cambiando a favor de una igualdad real. De nosotras depende aprovechar el momento y darle suficiente consistencia a este cambio.
⇒ ¿Observas algún elemento distintivo en la literatura femenina canaria respecto a la de otras latitudes?
Me confieso admiradora de los escritores latinoamericanas en general y de muchas las mujeres escritoras de esas latitudes. Supongo que es cuestión de resonancias. Me gusta escribir de lo profundo, de las emociones y me apasiona el realismo mágico tan presente en esa literatura. Se aprecia mucho trabajo detrás de las lecturas que nos ofrecen dichas mujeres. Entre las escritoras canarias de todos los estilos observo mucho talento pero también cierta distancia entre las que yo considero académicas de inigualable talento y muchas mujeres que escriben actualmente desde la inmediatez y sin madurez literaria. Con el desarrollo tecnológico, se puede escribir cualquier cosa e inmediatamente subirlo a un blog o una red social. Pareciera que hay mayor interés en publicar que en escribir bien y me parece imprescindible el ejercicio de formarse continuamente, madurar como escritor, huir de los clichés y el encorsetamiento, aventurarse a escribir de todo y de todos. Universalizarse.
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