Alicia Llarena
Alicia Llarena González (Mogán, 1964) es miembro de número de la Academia Canaria de la Lengua desde 2005, coordina el Foro Iberoamérica de la Casa de Colón, es directora del proyecto Memoria Viva y de la Colección Mercedes Pinto. Así mismo, forma parte del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana y de la Asociación Internacional de Hispanistas. Coincidiendo con el 25 aniversario de la muerte de Pinto, la conferenciante publicó los primeros volúmenes de la Colección Mercedes Pinto (editada por el Cabildo de Gran Canaria y el Instituto Canario de la Mujer) e impulsó por vez primera las Jornadas Mercedes Pinto en las ciudades de Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna. En la actualidad, combina la actividad académica con la creación literaria, ámbito en el que ha publicado el volumen de relatos ‘Impresiones de un arquero’ (Canarias, 1991) y los poemarios ‘Fauna para el olvido’ (Madrid, 1997) —Premio Internacional de Poesía Santa Cruz de La Palma 1995— y ‘El arte de las flores secas’ (Tenerife, 2009). Llarena ha participado además en los volúmenes de narrativa breve: ‘Reincidencias’, ‘Rojo sobre negro, 2.050 km. de palabras. Antología de relatos vasco-canaria’, ‘De la saudade a la magua, Antología de relatos luso-canaria’ y ‘Ecos (2). El ojo narrativo’, entre otros.
⇒ ¿Cómo valorarías el lugar que ocupa la mujer en la literatura canaria actual?
Si te refieres al papel que ocupan como creadoras, te diré que estamos en un momento excelente, con un buen ramillete de nombres importantes y de buena y heterogénea producción, quizás el momento de nuestra historia literaria donde no solo hay más nombres femeninos sino donde éstos tienen mayor visibilidad. El reciente Premio Canarias de Literatura a Cecilia Domínguez Luis respalda este momento, aunque si hablamos del elemento institucional, y aparte de este gesto tan importante, el apoyo no corre paralelo a la actividad literaria de nuestras mujeres y a la repercusión que algunas tienen ya en un ámbito nacional e internacional. La polémica exposición sobre Pintura y Poesía: la tradición canaria del siglo XX que recorre el territorio insular en estos días habla bien claro y alto sobre el vacío institucional.
⇒ Históricamente ha habido grandes escritoras en las Islas: Pino Ojeda, Mercedes Pinto, María Rosa Alonso, Josefina de la Torre, Chona Madera, Pino Betancor, Josefina Pla… Sin embargo, todas ellas actuaron como francotiradoras en un mundo literario dominado por los hombres. Hoy día asistimos a una explosión de firmas femeninas. ¿Es esto un indicio, una prueba, de que algo está cambiado o de que ha cambiado definitivamente?
Desde luego que sí, ya no somos tan excepcionales, la escritura femenina es hoy abundante, y en ello juegan distintos factores: el mundo editorial, crítico y académico aprovechó bien el tirón de la escritura femenina desde los años 80 y la llevó a un primer plano. Sin embargo, no diría que el cambio ha sido definitivo, creo que la atención que merecen las buenas escritoras, y su reconocimiento público en los variados escenarios culturales, es aún escaso. Miremos la nómina de premios importantes concedidos a mujeres, o las escritoras que apetecen en los contenidos de planes de estudios en los distintos niveles de enseñanza, y tendremos un barómetro de lo que aún queda por hacer.
⇒ ¿Crees que la mujer debe adoptar un papel reivindicativo en cuanto a la consideración de la literatura femenina respecto a la masculina?
No soy yo amiga de sugerir temarios, actitudes, líneas de escritura o programas a nadie, cada una actuará en consecuencia con sus propias pulsiones vitales. La libertad debe ser absoluta en el arte y en el desempeño intelectual. Ahora bien, hay que ser conscientes de que, al igual que en otros elementos de las luchas por la igualdad, es importante que las mujeres sepamos que en esta tarea las primeras implicadas debemos ser nosotras, nadie vendrá a luchar por nuestros intereses (estoy hablando de un modo muy genérico, claro, porque hay hombres cuya reivindicación de la escritura femenina es ejemplar). Aquí aplicaría muy bien esa palabra del ideario feminista que es la sororidad.
⇒ ¿Qué opinas de la instauración del Día de las Escritoras? ¿Crees que ayuda en algo?
Mientras haya desigualdad, invisibilidad, y de eso estamos hablando aquí, vería con buenos ojos esa iniciativa. Visibilizar ayuda, siempre.
⇒ ¿Cuál es el principal impedimento para el ejercicio de la literatura por parte de la mujer?
A estas alturas de la historia, no veo impedimentos para la creación. Y ya en la dimensión editorial, me parece que el panorama es complicado para todos y todas, porque la industria de hoy busca antes el beneficio que la calidad o el enriquecimiento de la cultura.
⇒ ¿Observas algún elemento distintivo en la literatura femenina canaria respecto a la de otras latitudes?
Todo ejercicio literario es contextualizado; en primer grado por las circunstancias personales (el gusto, la elección individual de temas y formas, la experiencia propia etc) y en segundo término por la psicogeografía en la que se escribe. En este sentido encuentro que la poesía femenina actual es una escritura globalizada, con propuestas e intereses universales, no muy distinta de la que se hace en otros lugares. Ahora bien, hay escritoras en las que además es palpable un acento que corresponde a estas islas, ya sea en el léxico, en el paisaje, en el medio natural y humano que representan en el poema, en la preferencia por algunos temas de perfil insular. Ese acento es distintivo, un añadido interesante, tanto como pudiera serlo el de una andaluza o una escritora de Ciudad de México.
Añadiría el agradecimiento a DRAGARIA por la labor que está haciendo, divulgativa y aglutinante, sobre la escritura de las Islas. Y también una llamada de atención a nuestras instituciones culturales, y a quienes trabajamos desde ellas, para propiciar un conocimiento mayor de nuestra tradición literaria y, al hilo de esta entrevista, de lo que han escrito y escriben las mujeres de Canarias.
No te pierdas ninguna de las entrevistas: