Me desperté para coser el día
«Me desperté para coser el día, / dando puntadas cortas al dobladillo de mis pasos, / zurciendo un corazón a base de remiendos / y bordando en las esquinas las iniciales de la felicidad».
Preciosa y peligrosa
«El tiempo pasa despacio cuando el cañón de una Glock fija su único ojo en tu pecho. Y así es como me encuentro yo ahora».
La mujer y el cuadro
«Sucedió durante mis vacaciones, en el verano del setenta y uno. Por aquel entonces pertenecía a la plantilla de ilustradores de la editorial más importante del país».
Dulce Díaz Marrero
«Estas son las premisas de un / anti poema sobre Dulce Díaz Marrero: / que no haya lluvia, que no sea verano, / que su voz de montaña no recuerde / el cuerpo de Janis Joplin...».
Siete segundos
«Fue una reconciliación tras un año y pico de tratar de ignorarnos con forcejeos y olvidos, con desviación de las miradas cuando nos encontrábamos por la calle».
Nota de ausencia
«Tengo los ojos amoratados, / vengo leyendo el Libro del desasosiego. / Toqué y no estabas, / voy a otro sitio a tomar café....».
En los grandes almacenes hay de todo
«Gastar dinero, si no era en libros o cerveza, era algo que ya no le gustaba, pero a veces no hay más remedio que hacerlo y en esa obligación los soporíferos desplazamientos son, también, irremediables...».
Los supervivientes (II)
«A veces nos despertamos, nos levantamos de la cama, ponemos los pies en el suelo y comenzamos el día como un día más, sin consuelo alguno».
Colilla
«Mi abuela siempre me dijo que no me sentara en las aceras. Que eso no era de niñas de bien. Que las niñas correctas que aspiraban a ser alguien en la vida no se tiraban en las aceras....».
Fuerteventura de don Miguel, del amor y de los libros
«El primer viaje de amor que hice fue a Fuerteventura. Ya siempre mi viaje fue de amor a Fuerteventura. El silencio de Morro Jable, la inmensidad arenosa de Cofete, el caldo de pescado en el Puertito de la Cruz....».
Cacería
«Mi madre llevaba tiempo diciendo que la oía rumiar. Solía guardar un buen puñado de revistas en su mesa de noche, y el ruido a papel masticado provenía, decía, desde allí dentro...».
El detective nostálgico (adelanto)
Ofrecemos en primicia el texto de las dos primera páginas de la nueva entrega de la popular saga que protagoniza Ricardo Blanco y que se presenta el 11 de mayo.
Solo quiero que me des tiempo para decírtelo
«Solo quiero que me des tiempo para decírtelo. / Solo quiero que el miedo no me atenace / la garganta otra vez, 7 otra vez de tantas y tantas en que intenté hablarte».
La vida después de la vida
«Todos los coches de aquella avenida infectadas de tiendas y semáforos, de consumismo y premeditación, se alinearon con una precisión infinita».
Los supervivientes (I)
«Son los que sobreviven a casi todo; los que aún viven a pesar de todo; los que nadie reconoce pero aún caminan por las calles del mundo, por los escombros del mundo, por las anchas y destruidas avenidas del mundo, y aún sonríen a pesar de todo».
Llovía, caían perlas
«Fueron llegando tus postales envueltas en lazos / rojo satén a cubrirme el escote, / en dirección al río atrevido, / alféizar donde asomas tu vértigo de ave...».
El pintor de moda
«Se inventó una gran mentira y se escondió dentro de ella. Ya ni siquiera miraba el nombre de los días que estaba viviendo. Abría el negocio y lo cerraba, y de vez en cuando se escondía detrás de las estanterías para echarse un trago».
Ofrenda
«Le ofrendaba a la lluvia el plácido acueducto entre sus piernas / para que las aguas se derivaran sin rencores / hacia los surcos de los campos más fértiles...».