Licenciado en Filología Hispánica, Antonio Arroyo es además de escritor, crítico literario y fue profesor de Literatura Castellana hasta su jubilación. Se considera ante todo poeta: «Mi intención es vivir aquí por y para la poesía», señala en su perfil de Facebook. Escribe en su blog, además de colaborar en algunos medios digitales. Activo colaborador de la Nueva Asociación Canaria para la Edición (Nace), es también uno de los miembros del comité de selección que decide las ediciones de la asociación.
Tres claves de tu último trabajo
Mi último trabajo poético publicado se titula Ardentía, un poemario o, más bien una plaquette que consta de doce fragmentos que constituyen un único poema. Lo importante de ese libro no son en sí los recursos que empleo, sino la intención de mostrar un mundo en constante contradicción. Una clave de mi trabajo es que cada libro sea diferente del anterior en cuanto a estilo y, sin embargo, muestren facetas de mi voz. Una segunda clave es escribir mucho durante mucho tiempo e irle dando forma a los distintos libros. No concibo un libro de poemas que no tenga una estructura o, como se dice por ahí, un cuerpo. La tercera y más importante es el sentido de la autocrítica que consiste en observar la propia producción poética reciente como algo ajeno y así poder eliminar todos los elementos que pudieran entorpecer el poema como el sentimentalismo, «la sabiduría del yo», el retoricismo.
¿Qué autor o autora te inspira?
Yo creo que la inspiración es una especie de leyenda urbana. Existe, eso sí, una sensibilidad especial para lo poesía, lo mismo que para otras tareas literarias, o no. Después de esto, a escribir poesía se aprende, sobre todo leyendo poesía e indagando el qué y el cómo de esa poesía. Es bueno aprender preceptiva poética, para poder usar los recursos necesarios a la hora de escribir los propios poemas; pero, en ese momento, hay que saber ir más allá de los preceptos, de los límites. Esto no lo aprendí exactamente durante mi carrera de Filología Hispánica, sino de una gran poeta lagunera que se llama Olga Rivero Jordán. En este sentido, la considero mi maestra. Hay otros poetas que me han influido, como William Carlos Williams, Wallace Stevens, Ezra Pound, Enrique Lihn, Mallarmé, Valéry, Rimbaud, José Watanabe, Eielson, Luis Feria, Rafael Cadenas, Roberto Juarroz, Rafael Arozarena, Eugenio Padorno y un largo etcétera. Además, me ha influido la buena novela de ciencia ficción, de Frank Herbert, Isaac Asimov. Incluso novelas como Fetasa, de Isaac de Vega, o La metamorfosis. En fin, no sé si existe la inspiración; pero si viene que te coja trabajando, como decía Picasso.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: muchos poemas, sobre todo los que te matan, te rompen los esquemas. Ejemplo, La mantis religiosa, de José Watanabe.
— Una novela: Fetasa, de Isaac de Vega, y Cerveza de grano rojo, de Rafael Arozarena.
— Un cuento: Es que somos muy pobres, de Rulfo.
Una obra de teatro, un guión cinematográfico
— Una obra de teatro: Luces de bohemia, de Valle-Inclán.
— Un guión: la saga de El padrino, de Francis Ford Coppola.
Proyectos
Tengo proyectadas dos antologías y un poemario mío que se va a titular Fila cero, que saldrá a la luz dentro de poco después de diez años de trabajo y depuración. También estoy traduciendo a un poeta portugués llamado Al Berto. Tengo guardados entre 15 y 20 poemarios en pleno proceso de derribo y depuración. Y, por supuesto, siempre hay proyectos divulgativos y comunitarios que irán saliendo poco a poco.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
Más que por un personaje me cambiaría por un poema de Luis Feria, como este:
«A la lenta caída de la tarde
amar la vida largamente es todo
el oficio del hombre que respira.
Alzar la mano y detener el cielo.
Destino de la luz, nunca te acabes».
Antonio Arroyo Silva (Santa Cruz de La Palma, 1957) es profesor de Lengua y Literatura jubilado. Tiene en su haber unos once libros de poemas, ha participado en muchas antologías nacionales e internacionales y colabora en algunas revistas digitales y en papel. Miembro activo de Nace y de otros organismos. Su último libro, Ardentía, fue publicado en la Editorial Mercurio y forma parte de la colección Faro de la Puntilla que dirige Eugenio Padorno.