Sobre su obra han escrito críticos y autores como Fernando Lázaro Carreter, José Saramago, Rafael Arozarena, Isaac de Vega, Bernd Dietz, Juan José Delgado, J. J. Armas Marcelo, Sabas Martín, Eligio Hernández, Rafael Fernández o Juan Ángel Juristo, entre otros. Víctor Álamo de la Rosa cultiva la poesía —con la que ha ganado varios premios—, narrativa —que también le ha granjeado importantes reconocimientos— y literatura infantil. Salvo unos pocos años, donde ejerció como profesor de Enseñanza Secundaria, su vida profesional se ha decantado hacia la comunicación y el periodismo, que ha ejercido en múltiples medios de comunicación.
Tres claves de tu último trabajo
Mi último trabajo es una novela juvenil titulada Omar, el niño cangrejo, una especie de adaptación de mi mundo narrativo adulto a un público infantil y juvenil. Lo que más me gustó de escribir este libro ha sido la obligación de la contención, estilística y semántica, teniendo que adecuar el lenguaje a una especie de literatura para todos los públicos, pero, la verdad, es que sudé tinta. Me parece muy difícil la literatura infantil y juvenil.
¿Qué autor o autora te inspira?
En cuanto a autores que me inspiran la lista es larga, pero voy a citarte algunos canarios como Galdós, Luis Feria, José María Millares Sall, Manuel Padorno, Ángel Sánchez, Félix Francisco Casanova, Rafael Arozarena e Isaac de Vega, que siempre están entre los principales.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: A la lenta caída de la tarde, de Luis Feria.
— Una novela: La montaña mágica, de Thomas Mann; La carretera, de Cormac Mc Carthy; y Homer y Langley, de Doctorow. Creo que la mejor novela contemporánea la están haciendo los norteamericanos.
— Un cuento: con los cuentos me quedo con los de Cortázar, todos geniales.
Una obra de teatro, un guión cinematográfico
— Una obra de teatro: leo poco teatro, pero sin duda el que me gusta es el clásico, sobre todo el barroco. Calderón me parece insuperable.
— Un guión: la última gran película que me fascinó fue La gran belleza, de Sorrentino.
Proyectos
Tengo un libro de cuentos inédito y una novela ya acabada, en proceso de revisión, pero, la verdad, hace más de un año que no escribo. No tengo ni tiempo ni ganas. Tal vez sea una crisis puntual, o no, pero si no oigo la música de la escritura no escribo. Prefiero ser auténtico.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
Yo, como soy herreño, me pido ser lagarto gigante de El Salmor.
Víctor Álamo de la Rosa (Santa Cruz de Tenerife, 1969) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna en 1994. Sus primeros poemas obtuvieron en 1987 un accésit del premio Félix Francisco Casanova, mientras que su primer texto narrativo es el relato ‘Hacia el agua, el fuego’, publicado en el periódico tinerfeño El Día el 10 de julio de 1988. Su primer libro de poemas, Fósiles o armaduras del tiempo, obtuvo el premio de poesía Casa de Venezuela en Canarias en 1989, mientras que el segundo, Ángulos de la medianoche, se publicó en 1990 en la colección Nuevas Escrituras Canarias de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias. Ya en 1991 publicó su primer libro de narrativa, un volumen de relatos, Las mareas brujas, que reunía cuentos escritos entre 1987 y 1990. Durante su estancia en Brasil escribió su segunda novela, El año de la seca, que vio la luz en 1997 en portugués, con prólogo de José Saramago. En 2001 la editorial Espasa publica Campiro, su tercera novela, que tuvo dos ediciones en España, fue traducida al francés y al portugués y quedó finalista en 2005 del Prix Fémina a la mejor novela extranjera editada en Francia. Ese mismo año participa en el Festival del Libro Etonnats Voyageurs de Saint-Malo, el más importante del país, como escritor invitado. Grasset, su editorial francesa, siguió apostando por la narrativa de este escritor, y en 2005 adquiere los derechos de su cuarta novela, Terramores, que traduce y publica en 2007. Esta novela sólo conocerá edición en su original en español en 2008, editada por Artemisa en Madrid. En 1997 publica su tercer poemario, Altamarinas, seleccionado por Luis Antonio de Villena entre los mejores del año para el suplemento La Esfera de El Mundo, mientras que en 2002, Baile del Sol publica en Tenerife Mar en tierra, una antología de su obra poética que incluye una selección de poemas inéditos titulada Últimos poemas (1997-2002). Desde entonces, más de diez años habrá que esperar para volver a conocer nuevas entregas poéticas del autor: El equilibrista y los jardines (Ediciones La Palma, 2013), y La tos de Pablo y otros poemas para inventar el mundo (Baile del Sol, 201)6, son sus últimos libros de poesía. Su obra literaria incluye además dos narraciones destinadas a público infantil y juvenil, El naufragio de los mapas y Omar el Cangrejo, publicadas en Tenerife por Editorial Afortunadas y Ediciones Idea, respectivamente, en 1998 y 2004.