Tito Expósito
Tito Expósito, editor jefe de Baile del Sol (Foto: Baile del Sol).

Baile del Sol cumple 25 años. Dos décadas y media después del arranque de este sueño editorial que sigue los pasos del astro rey en una danza literaria que, hoy por hoy, no conoce límites, Tito Expósito y Ángeles Alonso mantienen intactas las inquietudes que amasaron en sus inicios: asociación, revista, fanzine, en una época en que, en este sector empresarial, todo estaba aún por construir en Canarias. Mucho, o tal vez poco, ha llovido desde el primer lanzamiento, El grillo rojo de Juana Santana. Hoy se codean con best-sellers, atesoran un rico catálogo y alimentan sin tregua el motor de la expansión, siempre fieles al espíritu inconformista y letraherido que los impulsó a dar el primer paso. Expósito comparte con los lectores de DRAGARIA las claves de este proceso.

⇒ Veinticinco años. Un cuarto de siglo de edición literaria ininterrumpida en Canarias. «Edición literaria», «ininterrumpida», «en Canarias»… ¿cómo se conjugan estos tres factores en un sector en el que predomina la palabra crisis?

Fundamentalmente con ganas, voluntad y paciencia, también con algo de cabezonería por seguir adelante con el proyecto. La ilusión y el esfuerzo han sido nuestros soportes para mantener la editorial a lo largo de 25 años y no quedarnos en el camino, como ha ocurrido con otras empresas del sector. Tenemos un verdadero empeño en la edición de los libros que nos interesan, de los autores que conforman nuestro catálogo; por eso, a pesar de las dificultades, hemos conseguido llegar hasta aquí.

«Pensábamos que podríamos ser una editorial como las de Madrid o Barcelona, con oficina, ordenadores, personal… pero fue insostenible»

⇒ ¿Cómo ha evolucionado la editorial? ¿Qué clase  de baile era aquel de finales del XX y cuál el de este nuevo milenio?

Hemos cambiado bastante a lo largo de estos años. Empezamos siendo un colectivo y luego nos convertimos en empresa. Pasamos unos años muy críticos, entre el 2003 y el 2005, ya que pensábamos que podríamos ser una editorial como las de Madrid o Barcelona, con oficina, ordenadores, personal… pero fue insostenible y nos mantuvimos reduciendo al límite las publicaciones hasta que conseguimos estabilizarnos, pero de una manera más modesta. Ahora sólo somos dos personas, aunque en la práctica, casi todo el trabajo lo lleva a cabo una sola, así que es mucho esfuerzo, pero seguimos con muchas ganas. Somos unos francotiradores y tenemos claro qué nos interesa publicar, nos centramos en nuestras colecciones, fundamentalmente las de Poesía (en la que nos interesan sobre todo voces críticas), Narrativa, África y Deleste. También somos cada vez menos localistas. No estamos tan centrados en Canarias, nuestro interés va más dirigido a temas y autores que nos interesen que al lugar del que procedan. Eso no quiere decir que no tengamos en cuenta a los autores canarios, para los que siempre hay cabida en nuestra editorial.

Baile del Sol
Primera formación de Baile del Sol, año 2002 (Foto: Baile del Sol).

⇒ Y la literatura canaria, ¿ha evolucionado de algún modo? ¿Hay rasgos que nos permitan distinguir etapas (estilos, autores, ventas, gustos…) en este período?

Tal vez podríamos decir que en el pasado la poesía y la narrativa escrita por autores canarios estaba más apegada a la tierra, a las tradiciones, y, paulatinamente, se ha ido haciendo más generalista, acercándose a temas universales, o adentrándose en géneros como la novela negra, que no tienen que ver exactamente con nuestra zona geográfica. Sin embargo, también hay autores a quienes les interesa seguir investigando en nuestras raíces. Tal es el caso de Ignacio Gaspar, de quien vamos a publicar en breve una novela y que recoge un imaginario y un léxico propio de Canarias pero no por ello deja de ser de interés universal.

«Si intereses partidistas y cultura van de la mano, se olvida a los verdaderos interesados, que son los usuarios, los lectores»

⇒ La editorial hoy: géneros, autores, proyectos, perspectivas… Autores contemporáneos vs clásicos. ¿Por cuáles apostar?

Nuestras perspectivas se centran en mantener la colección África, con la publicación de escritores y escritoras del continente africano muy poco conocidos en nuestro país; y también autores de los países del Este de Europa, que tienen su hueco en la colección Deleste. Aparte de eso, la poesía crítica, que siempre ha sido nuestra seña de identidad, y seguir buscando títulos que puedan reforzar nuestro catálogo, como ha pasado con Stoner, una novela que ha supuesto para nuestra editorial un gran salto en el mercado y que nos ha permitido llegar a un público más mayoritario. Por otro lado, estamos trabajando en una línea de expansión que nos lleve hasta México y otros países de Latinoamérica donde pensamos que nuestros títulos podrían tener aceptación. Así mismo, nos volcamos en las plataformas digitales, a las que vamos a dedicar incluso más esfuerzo para continuar subiendo a ellas nuestro fondo. En cuanto a los autores, nos interesan mucho los contemporáneos, pero no descartamos a los clásicos, sobre todo a los que tocan temas que encajan en nuestra línea editorial, como Emerson, Thoureau o Roque Dalton. Buscamos lo que consideramos bueno en poesía y en narrativa, y rescatar a muchos de estos clásicos es obligado.

⇒ ¿Qué opinión te merecen las iniciativas institucionales de apoyo al sector y fomento de la lectura?

Pensamos que habría que fortalecerlas con el objetivo de que tengan un carácter más continuado. Actualmente se ofrecen ayudas puntuales al sector editorial y lo interesante sería que se contara con un apoyo permanente para que realmente se afiance una industria editorial en Canarias y no se dé lugar a tantos altibajos. Las medidas puntuales, además, siempre dependen de los vaivenes políticos y eso desestabiliza al sector. Si intereses partidistas y cultura van de la mano, se olvida a los verdaderos interesados, que son los usuarios, los lectores, que deberían estar siempre en el punto de mira de las políticas de apoyo y fomento de la lectura.

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