Profesora de Lengua y Literatura, estudió Filología y Periodismo, adora el mar y encuentra en él ese filón del que tirar para hacer realidad sus poemas. Con gran sentido del humor trata de ver siempre el lado cómico de las cosas y no dejar de lado el amor como elemento indispensable en sus letras. Habitual de antologías y recopilaciones, acaba de presentar su primer libro en solitario, Una nevera con ventanas al mar.
Tres claves de tu último trabajo
La necesidad absoluta de ventanas al mar y de poesía, como el aire, y también de amor en todas sus facetas. Esas claves podrían resumir la obra.
¿Qué autor o autora te inspira?
Adoro a muchos poetas, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Miguel Hernández, Luis Cernuda, Ángel González… Pero no sabría decir quiénes me inspiran. Aunque suene pedante u osado, es la propia poesía, más que poetas concretos.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: El poema de Luis Cernuda que comienza con un verso de Bécquer: «Donde habite el olvido…».
— Una novela: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, leída en tardes de verano y azotea en la época universitaria.
— Un cuento: Casa tomada, de Julio Cortázar.
Una obra de teatro, un guión cinematográfico
— Una obra de teatro: La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.
— Un guión: El paciente inglés, de Anthony Minghella.
Proyectos
Ya ando a la busca de versos y cuentos en las sugerentes imágenes de un amigo fotógrafo, Jano Vera Torres. Sus fotos se hallarán en mis palabras y viceversa.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
Podría ser una estrella de mar o una pequeña caracola. Siempre pegadita al mar.
María Isabel Pérez González (Güímar) estudia Filología y Periodismo, su vocación detenida en el tiempo. Pero como La vida es lo que te pasa mientras andas ocupado haciendo otros planes, que cantó Lennon, es profesora de Lengua y Literatura. Publica una selección de poemas en la antología de la Escuela Canaria de Creación Literaria y Baile del Sol titulada Corriendo cual cuerdos en 2007, un texto en Señales mínimas (Ediciones Idea, 2012) y, por último, una serie de relatos en la trilogía de la mencionada editorial: Minitextos comprometidos, Minitextos para sonreír y Minitextos de amor y lujuria (2013). Es la primera vez que publica un libro sola ante el peligro, como le gusta decir, sin esconderlos entre poemas o relatos de otros.
