Christian Santana posee una sólida formación humanística y cultural. Actualmente es profesor de inglés, pero ha sido también concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y consejero del Cabildo de Gran Canaria. Estudió Filología, materia en la que se doctoró, en la Oxford University, King`s College y Birbeck College, en Londres, así como en Salamanca y La Laguna. Se dice que es uno de los mayores especialistas que existe sobre William Shakespeare, no en vano como conocedor de su obra ha dado varias conferencias internacionales. Acaba de fichar por la agencia literaria Bookbank, radicada en Madrid.
Tres claves de tu último trabajo
En primer lugar, que no escribo sobre los sitios en los que estamos a diario, sino que hago viajar de manera física y mental. La segunda clave, las pasiones humanas y tercero que nada es lo que parece. He tenido la suerte de vivir en distintas ciudades y eso me permite recordar rincones y enclaves especiales. Además, entiendo que la literatura debe ser no solo un viaje mental sino físico. Creo que hay que echarle imaginación y hacer que los lectores vuelen, y paseen por calles que no conocen o de las que han oído hablar. Con ello no digo que hablar de las calles de nuestra ciudad sea innecesario o poco interesante, para nada. Más bien que considero que el lector debe moverse por los espacios que no pisa, porque merece que le llevemos en volandas. Que se evada. En ocasiones, el día a día es demasiado intenso como para pretender que al coger un libro sigan en el mismo sitio. Sé que para ello hace falta que el autor use más la imaginación, ya que no es tampoco su ciudad o su lugar, pero ahí radica la esencia de aquellos que crean y los que cuentan. Así que evadirse, crear de la nada, no basándome en cosas que ya han sucedido, y pensar que soy un lector que quiere aprender.
¿Qué autor o autora te inspira?
Shakespeare y mi padre. El segundo porque gracias a él amo la literatura y porque es un espejo en mi vida. Escribe y mucho, todo el día. Es tan autor o escritor como un best seller. En cuanto al bardo inglés, porque es el canon como decía Harold Bloom. Por suerte pude estudiar lo que me gustaba y ser doctor especializado en su obra y el renacimiento inglés. Eso me ha abierto las puertas de las pasiones, de la condición humana, primordial para entender lo falibles que somos. Shakespeare es crucial para nuestra especie.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: siempre me ha cautivado Alonso Quesada, Salinas, Miguel Hernández y Benedetti. Podría decir que Táctica y estrategia, de don Mario Benedetti, por su sencilla hermosura pero, en realidad, de los genios mencionados anteriormente, de —por supuesto— Shakespeare y sus sonetos, o de los románticos ingleses y alemanes podría decir otro tanto. Así que mejor lo dejo así.
— Una novela: sin duda, Hamlet… Lo tiene todo. Los monólogos de Shakespeare son sublimes. Aunque debo admitir que el personaje del Tartufo de Molière me parece impresionante. Me recuerda en el dominio del lenguaje y en su actitud al Iago, de Othello.
— Un cuento: los cuentos de Faulkner
Una obra de teatro, un guión cinematográfico
— Una obra de teatro: todas las de Shakespeare.
— Un guión: las de Tarantino.
Proyectos
Ya terminada mi quinta obra, que es mi cuarta novela tras la trilogía. Lleva por título Pacheco. Es sobre el destino de una familia en la Andalucía más de campo, del destino de las personas que están llamadas a no poder enderezar su vida. Quiero que veamos lo que sucede cuando las personas no se comunican. Lo que puede pasar en un día en el que se toman decisiones equivocadas por no hablar.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
La verdad que si debo imaginar un lugar mítico o mágico y un personaje tengo demasiados. Mi tesis doctoral se centraba en el tratamiento de los seres mitológicos en la Arcadia y la producción literaria inglesa del XVI. De manera que el lugar sería la Arcadia, y el dios… Apolo. Aunque tengo claro que somos imperfectamente maravillosos por mucho que este mundo esté lleno de seres deseosos por ser como los dioses del Olimpo.
Christian Santana Hernández (Las Palmas de Gran Canaria, 1975) es doctor en Filología por la Universidad de La Laguna y miembro de la ESRA (European Shakespeare Research Association). Su línea de investigación se centra en la literatura inglesa del Renacimiento. En este sentido, destacan su tesis doctoral Estudio de las referencias mitológicas clásicas en la Arcadia de Sidney (2016), así como su obra Shakespeare: un mundo de amor y locura (reeditada en 2017). Además, ha publicado reseñas y distintos artículos sobre literatura inglesa y Shakespeare. Sin olvidar su incursión en la narrativa con la trilogía Trazos del destino (La ratonera de Van Gogh, 2014; Artistas del odio, 2015; Desmontando a Provotz, 2016).