El patio-cafetería del hotel Suites 1478 fue el escenario la noche de este jueves, 23 de noviembre, de la presentación de la antología de relatos de Dolores Campo-Herrero Historias de Arcadia y otros cuentos (Ediciones La Palma, 2017), un acto en el que la emoción y la reivindicación del valor literario de la autora, fallecida hace ahora diez años, envolvieron al numeroso público presente.
Actuaron como maestros de ceremonias el escritor Santiago Gil, promotor del proyecto editorial; Victoriano Suárez Álamo, responsable de cultura de Canarias7, periódico al que estuvo vinculado la escritora; Nicolás Melini, editor del volumen; y Marisol Campos-Herrero, en representación de la familia.
Para Gil, la clave del legado de la homenajeada estriba en una evolución palpable hacia la sencillez, pero manteniendo siempre un «voz reconocible a lo largo de toda su carrera». Una evolución que queda patente en el libro y que, afirmó, «solo se consigue a través del trabajo». «Lola tenía ese duende, ese algo», señaló el autor de Gracias por el tiempo, quien recurrió a una de los frases emblemáticas de Blade Runner —«La luz que brilla con doble intensidad dura la mitad de tiempo»— para cerrar su intervención.
Victoriano Suárez Álamo fue el encargado de trazar el perfil periodístico de Campos-Herrero y lo hizo a través de «dos pinceladas». Recordó que en la Redacción del periódico, «era un placer editarla». «Todos nos peleábamos por editar los textos de Lola. Primero porque apenas había que corregirlos, y segundo para saber qué había escrito. Tenía un punto de vista personal y único, tanto en la literatura como en sus artículos, hasta en los sucesos», señaló.
Nicolás Melini, por su parte, glosó el proceso de creación del libro y tuvo palabras de reconocimiento para la autora: «Hay pocos autores de cuentos que hayan escrito tantos libros de cuentos, y aun así sigue siendo una desconocida. Publicar siete libros en cuatro años, en total publicó nueve, es algo difícil de digerir para el lector». Melini se mostró convencido de que la literatura de Campos-Herrero está llamada a revalorizarse. «Es una autora por descubrir. Cada vez se la va a conocer y se la va a respetar más». En su opinión, su gran aportación a las letras canarias fue la modernidad: «Decide abrir caminos, en múltiples direcciones: fabulación, feminismo, microrrelato…».
Por último, Marisol Campos-Herrero tuvo palabras de agradecimiento para Gil, Melini y Ediciones La Palma, y también para el especial elaborado por DRAGARIA y los autores que en él participaron. «Historias de Arcadia es un título que mi hermana tenía en la cabeza y tiene cierta connotación emocional: en casa, cuando ella trabajaba, decíamos siempre que estaba en su Arcadia», desveló, para concluir que para la familia es una «satisfacción» que la obra de su hermana «se siga publicando».
Entre los presentes, César y Chus Campos-Herrero, Oswaldo Guerra, Pablo Sabalza Ortiz-Roldán, Guadalupe Martín, Ángeles Arencibia, Antonio Rivero y Diana Fernández (librería Canaima), Chenti Llorca o Emilio González Déniz.
Reportaje fotográfico: DRAGARIA