José Luis Correa se ha convertido en uno de los escritores de novela de género negro más conocido de Canarias. Su principal personaje es el detective Ricardo Blanco, protagonista de una saga que en breve alcanzará su décima entrega. Además escribe relatos, poesía y novelas ajenas al género negro, pero que reflejan igualmente su ironía y desparpajo ante el mundo cotidiano y la actualidad. El Ayuntamiento de La Palmas de Gran Canaria acabo de proponerlo como candidato al Premio Canarias de Literatura.
Tres claves de tu último trabajo
El detective nostálgico plantea sobre todo el paso del tiempo, cómo la edad y la experiencia han hecho mella en un personaje que lleva conmigo casi 20 años. Cuando te has decidido (o te ha tocado, no sé bien) por una novela de saga, las claves están siempre en función del universo que has creado: algo nuevo siempre, pero también algo reconocible para el lector.
¿Qué autor o autora te inspira?
Muchos. Me inspira Galdós, pero también Borges. Y Rulfo. Y Dostoyevski. Y Dickens.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: Hombre preso que mira a su hijo, de Benedetti.
— Una novela: El conde de Montecristo, de Dumas.
— Un cuento: No se culpe a nadie, de Cortázar.
Una obra de teatro, un guion cinematográfico
— Una obra de teatro: Valle-Inclán casi entero.
— Un guion: Casablanca, Laura, La soga.
Proyectos
Ahora mismo ando en una nueva novela de Ricardo Blanco. Ya. Sé que dirás: ¿otra vez?, ¿no piensas pasar página? Ocurre que lo que quiero contar cabe en una novela policíaca tan bien como cabría en una historia de amor o una epopeya. Y además yo escribo para entender el mundo, disfrutar y sufrir y Ricardo me hace sentir todas esas cosas.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
El caballo alado. En toda epopeya mítica siempre tiene que haberlo. Un pegaso dragontino. Herbívoro y libre.
José Luis Correa (Las Palmas de Gran Canaria, 1962) es profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Tras una breve etapa como autor de relatos cortos, en la que obtiene algunos premios como el Julio Cortázar (La Laguna, 1998) o el Campus (Las Palmas de Gran Canaria, 1999), se instala definitivamente en la novela con títulos como Me mataron tan mal (Premio Benito Pérez Armas, 2000) y Échale un ojo a Carla (Premio Vargas Llosa, 2002). Con la novela Quince días de noviembre (2003) irrumpe en el género negro e inicia la serie que tiene como protagonista al detective Ricardo Blanco, que continuará con Muerte en abril (2004), Muerte de un violinista (2006), Un rastro de sirena (2009), Nuestra Señora de la Luna (2012), Blue Christmas (2013), El verano que murió Chavela (2014), Mientras seamos jóvenes (2015) y El detective nostálgico (2017), todas ellas publicadas en Alba. En 2017 publica también La décima caja (canariaseBook). La obra de Correa ha sido traducida al alemán, italiano y finlandés. A finales de 2017, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria lo propone como candidato al Premio Canarias de Literatura. (Web).
