Fátima Martín Rodríguez

El Premio de Narrativa Torrente Ballester en lengua castellana, que convoca la Diputación Provincial de La Coruña, recayó en su XXIX edición, por primera vez ex aequo, en dos mujeres: la autora canaria Fátima Martín por su novela El ángulo de la bruma y la escritora asturiana Ana Rivera Muñiz por Lo que callan los muertos. Además, el Jurado recomendó la publicación de la obra Huir no significa nada, de Xavier Ballester Fábregue.

Para ambas autoras premiadas supondrá la edición de sus primeras novelas, valoradas por el Jurado como «dos estéticas muy distintas de narración» que logran el premio por su «calidad literaria». Al certamen, fallado el pasado mes de noviembre, se presentaron 411 obras inéditas escritas por autores de más de 18 países.

Para la autora canaria, el premio supuso «un acontecimiento inesperado que superó las expectativas». «Me presenté con el objetivo de ser seleccionada o finalista, dentro de los itinerarios que planeas para dar a conocer la obra y acercarla al mundo editorial a través de los numerosos concursos que se convocan, pero nunca pude imaginar este resultado», señala para DRAGARIA.

Canarias, siglo XVIII

La autora tilda el premio de «gratificante», al ser un «certamen tan valorado en el mundo literario del país, con una narración que se desarrolla en Canarias». «Creo que permite dar a conocer nuestra tierra con más intimidad y con unos hechos olvidados que me deslumbran», indica.

La novela está basada en hechos ocurridos durante el primer tercio del siglo XVIII, en el amanecer del Siglo de las Luces. Sus escenas se sitúan en la expedición científica, procedente de Francia y dirigida por el padre Feuillée, que midió el Teide por primera vez y situó el meridiano de origen en la isla de El Hierro. La historia se desarrolla como una aventura científica y, a la vez, teje una trama romántica sobre la relación amorosa que afecta a sus tres protagonistas, dos de ellos científicos franceses y una joven canaria, audaz y decidida.

Durante el proceso creativo, «la documentación ha sido exhaustiva para construir sus escenarios en diversos lugares del mundo y, sobre todo, en las Islas», confiesa Martín, para quien este esfuerzo también ha sido útil para recrear las peculiaridades de la época, con la prioridad de procurar una redacción ágil». Un aspecto complejo —que el Jurado ha subrayado como «la alquimia de la tradición y su vocación literaria a través de un pasado sabiamente construido»— ha sido el desarrollo estructural, que se sitúa entre dos fechas principales, 1724 y 1737. «Se articula un juego de intrigas que se desvelan de forma dosificada y culminan en un final muy inesperado», continúa la autora.

Otro aspecto particular de la novela corresponde a su redacción, que se sustenta en el vocabulario existente de la época: «Esto ha sido laborioso porque algunas palabras habituales en el presente no existían en ese momento, como por ejemplo lava, porque los estudios geológicos apenas habían iniciado sus primeros pasos, algo arduo en el contexto volcánico de las Islas», informa Martín.

«Un placer»

Para la premiada, «ha sido un placer» escribir esta novela: «He revivido las sensaciones remotas de mi niñez y de mi adolescencia cuando leía aquellos libros de aventuras de Emilio Salgari, Julio Verne, Alejandro Dumas, Daniel Defoe, hasta los gastados volúmenes de Benito Pérez Galdós, de las estanterías de la casa de mis abuelos. Creo que hay olor a estos recuerdos en El ángulo de la bruma», evoca.

«Ante este sueño hecho realidad no puedo dejar de agradecer a todos los que me han apoyado en el camino: al gran escritor Jorge Eduardo Benavides, que ha sido un faro en mi formación; a los escritores canarios Víctor Álamo de la Rosa, Víctor Conde, Coriolano González Montañez y el desaparecido Juan José Delgado, a los que tuve el gran privilegio de escuchar en sus talleres, a la Escuela Canaria de Creación Literaria de Antonia Molinero, un espacio indispensable en Tenerife para iniciar el trayecto literario y que tanto lucha por continuar su andadura, y a la paciencia de mi familia que formó un férreo equipo de lectores, muy crítico, y por los pactos de tiempo para poder desarrollarlo», enumera Martín en el apartado de agradecimientos

El Jurado del XXIX Premio de Narrativa Torrente Ballester estuvo presidido por la vicepresidenta y responsable de Cultura de la Diputación, Goretti Santamartín, e integrado por la jefa de la sección de Cultura de la Diputación, Mercedes Fernández-Albalat, el escritor Xuan Bello, las escritora y periodista June Fernández, la escritora Belén Gopegui, el periodista Ramón Rozas y el ganador de la edición anterior, Vicente Luis Mora.

El acto de entrega tendrá lugar el próximo jueves, 14 de diciembre, a las 17.00 horas, en la sede de la Diputación Provincial de La Coruña.

Fátima Martín Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 1968) es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y ha estudiado Bellas Artes en la Universidad de La Laguna. Ha publicado el relato Porcelana en el libro colectivo La Laguna Esbrújula (Neys Books, 2013 – Idea, 2017) y el microcuento El aroma de las estrellas en Señales mínimas (Idea, 2012) —tercer premio del II Concurso de Microcuentos Ámbito Cultural-El Corte Inglés)—. Asimismo, obtuvo el primer premio del VI Premio Orola de Vivencias 2012, y ha sido finalista en diversos certámenes literarios.

 

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