La nueva versión del Diccionario de la lengua española (DLE) se rinde definitivamente a la nueva realidad digital, tras décadas de debate y tímida adaptación al nuevo marco editorial derivado de Internet y las nuevas tecnologías. Eso, al menos, es lo que se desprende de las declaraciones del director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, tras las sesiones de trabajo de la Comisión Interacadémica del DLE (PDF) celebradas entre los pasados 13 y el 17 de marzo.
La próxima edición del DLE —la vigesimocuarta— será «digital y más panhispánica», según señalaron el propio Villanueva y el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), Francisco Javier Pérez, en rueda de prensa tras las primeras reuniones de la citada comisión en la sede del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (Ilcyl). El director de la RAE ha confirmado también que la actual edición del Diccionario, la vigesimotercera, se actualizará anualmente en la Red desde diciembre de 2017.
«Estamos —entiende Villanueva— en una situación parecida a la de los académicos fundadores: ellos se pusieron como objetivo la realización de un diccionario de la lengua castellana; a nosotros ahora nos toca el reto de hacer el diccionario de los nativos digitales». Lo más novedoso, tal y como ha explicado, es que «estará concebido como un libro digital desde su propio origen, aunque eso no descarta que podamos hacer ediciones impresas».
«Muchos centros»
En palabras del director de la Academia, esta XXIV edición del Diccionario será «una obra en donde la lengua es ya tratada como abierta, cosmopolita, ecuménica, y en la que ya no hay centro y periferias, sino muchos centros».
A este respecto, el secretario general de Asale explicó el cambio, desde la última edición, en la denominación del Diccionario, «que ha pasado de ser el diccionario de la RAE (DRAE) a ser el Diccionario de la lengua española (DLE), una transformación que va mucho más allá de un cambio de sigla».
El nuevo DLE, ha señalado Francisco Javier Pérez, será «una obra que refleje la variedad y riqueza de la lengua que hablamos, en la que no hay hegemonías sino relaciones y acuerdos».
En cuanto a la importancia de esta nueva actualización la RAE destaca que supone «una profunda renovación de la obra en sus más variados elementos estructurales. El DLE no ha sido sometido a una remodelación de importancia a lo largo de sus casi 300 años de historia».
Según datos de la propia RAE, la versión online del DLE registró unos 800 millones de consultas a lo largo de 2016, tanto desde dispositivos de escritorio, como desde tabletas y teléfonos móviles.
Fuente: RAE