El último aliento (bajo la sombra alargada del árbol del responso) es un título que invita a la ensoñación sobre la vida o la muerte, o sobre ese suspiro de reposo frente a una situación cotidiana. Y ahí queda la sugerencia para los participantes que se animen a escribir o a leer algo en el próximo evento». Así nos presenta la periodista y escritora Montse Fillol el próximo encuentro literario del colectivo Mujeres Poetas, del que es coordinadora, convocado a través de Facebook para el próximo 23 de septiembre, de 20.00 a 23.00 horas.
La cita es junto al cementerio de Las Palmas (cementerio de Vegueta) y, como todas las que organiza este «grupo de mujeres inquietas», tal como lo define Fillol, está dotado de una importante carga simbólica. En esta ocasión se trata de rendir tributo al ficus conocido como árbol del responso, un ejemplar histórico, testigo y consuelo durante siglos de la intransigencia religiosa. Pero no podrá ser a su sombra, debido al traslado forzoso al que se vio sometido años atrás. Ahora el árbol del responso permanece recluido en una glorieta de imposible acceso para un acto de estas características, y por ello «el recital se llevará a cabo en la plaza que está delante del cementerio, donde también hay un ficus», indica la coordinadora. «El árbol del responso está cerca, pero aislado en una rotonda. Es por ello que esperamos que la brisa marina lo envuelva de poesía, y le lleve nuestro último aliento para que siga allí arraigado a la historia de la ciudad», expresa Fillol.
«Árbol de resistencia»
«Es un árbol de resistencia», prosigue la periodista, «un árbol singular que fue trasladado y alejado de su lugar de nacimiento en la calle Reyes Católicos. Este árbol fue testigo de los últimos responsos que se daban a los difuntos cuando la Iglesia se negaba a entrar al cementerio de Vegueta, por haberse permitido dar un espacio a los muertos de otras confesiones religiosas. Incluso durante la época del cólera este árbol fue un lugar de despedidas. Estuvo a punto de sucumbir. Cuando a una edil municipal se le ocurrió que era incompatible con la construcción de un aparcamiento fue salvado gracias a la presión vecinal. Y a la asociación de vecinos que defendió la idea de hacer un parque».
«Hemos tenido que fijar un número de participantes en un total de 15 porque haremos una intervención con telas»
En el acto pueden leer poemas mujeres y hombres, siempre y cuando los textos hayan sido escritos por mujeres: «Las participantes deberán enviar un máximo de dos poemas (que no superen los 15 versos) (…) antes del día 20 de agosto a mensajes de la página con dos líneas de biografía de la autora. Los y las lectoras que quieran participar leyendo poemas deberán enviarnos sus nombres antes del 15 de agosto. Los poemas serás reescritos en telas de 70x 20 e intervenidos con colores (…) Los poemas será colgados a manera de banderolas en el evento. El número de participante no será más de 15 poetas. En caso de superar esta cifra se le dará preferencia a las que no han participado», estipulan las bases publicadas en Facebook.
«Hemos tenido que fijar un número de participantes en un total de 15 porque haremos una intervención con telas y los poemas escritos sobre ellas ondeando al viento. Esto requiere un trabajo de algunas artistas y es por ello que no podemos ampliar demasiado el cupo de poetas participantes», aclara Fillol.
Promover la creación femenina
Mujeres Poetas surgió a mediados de abril de 2017 con dos metas: «La primera es la de visibilizar la poesía escrita por mujeres. La poesía atraviesa un momento crítico a nivel editorial y de concursos de poesía en las Islas. Lo de elegir el tema de poesía escrita por mujeres es porque somos lectoras, escribimos, participamos en concursos de poesía y echamos de menos espacios públicos abiertos a la participación. Hemos visto cómo en las grandes editoriales se ha dado poca cobertura a las poesía escrita por mujeres. Incluso ha salido algún editor, al que es preferible no nombrar, diciendo públicamente que no hay ninguna mujer poeta que haya resaltado en las generaciones, ni en el 98 ni en el 27 ni en los 50. Este hecho tuvo una gran repercusión mediática y un manifiesto con cuatrocientas firmas para que a este editor, que era uno de los más importantes del mundo hispanohablante, no se le incluyera como jurado en los premios literarios públicos», informa la coordinadora.
«en las ‘grandes’ editoriales se ha dado poca cobertura a las poesía escrita por mujeres»
«La segunda característica es hacer recitales de poesía en lugares con elementos singulares de la ciudad y mencionar algo de su historia. El primer recital, celebrado el 20 de mayo, se hizo bajo la sombra del ficus del parque Pino Apolinario de Guanarteme por ser un árbol singular, que ha sido testigo de instituciones como la Gota de Leche, el antiguo reformatorio o la Escuela de Artes y Oficios», prosigue Fillol.
«Los encuentros son alrededor de elementos singulares de la ciudad. En este caso hemos empezado por algunos árboles emblemáticos, y que han tenido un arraigo en la vida de los ciudadanos. Y también han sido árboles que han sobrevivido en condiciones difíciles. En cierto modo, estos elementos son una metáfora de la historia de algunas mujeres en la literatura y en el arte que no sucumbieron a los convencionalismos de la época y su obra logró sobrevivir. Pero en sus vidas personales pagaron un precio bastante alto, tal es el caso de Camille Claudel y tantas otras».
El colectivo, que supera ya el medio centenar de seguidores en su página, cuenta con un comité organizador compuesto por la propia Fillol, María Luisa Fernandez Sancho (ingeniera), Pepa Lebrón Castillo (filósofa), Inma López Moncasi (diseñadora), Tatiana Hervás Alcaide (abogada) y Carmen Cabrera (fotógrafa y realizadora), «todas ellas confabuladas para explorar la creatividad realizando actos poéticos al aire libre en Las Palmas de Gran Canaria a través de la página de Facebook. Poesía entendida como una forma de ver el mundo, que no sólo se plasma en la escritura, sino en otras formas de expresión artística».