Profesor de Lengua y Literatura, ha sido reconocido en tres ocasiones con el premio de poesía Saulo Torón. Ahora ultima un nuevo poemario con el que espera sentirse «completo, ya que solo cuando llega ese momento uno sabe a la perfección que el libro está terminado». Rupérez Pérez expresa su visión del mundo, a veces bastante crítica con la sociedad, y refleja en sus obras reflexiones e inquietudes. En alguna ocasión ha comentado que, haciendo caso omiso «a las penosas declaraciones» de quienes le cuestionaban su dedicación a la Filología, optó por «ser un caso perdido», y se siente orgulloso de ello: «Las letras son mis ideales», afirma.
Tres claves de tu último trabajo
El punto final de los finales es una novela sangrada. Fui a buscarla a los recovecos más profundos de mis entrañas y tuve que arrastrarla hasta sacarla a la superficie. Me parece una novela sincera, humana, cargada de ironía, desesperanza y esperanza al mismo tiempo, y sin grandes pretensiones. El monólogo interior del protagonista (Fermín Wert) busca en todo momento la complicidad con el lector y desenmascara el humor que siempre está presente en cualquier drama.
¿Qué autor o autora te inspira?
Me inspira el día a día, la cotidianidad y los personajes reales con los que convivimos. Me inspiran y me emocionan. Ahora bien, en cuanto a autores, voy a mencionar a un poeta que ha tenido siempre un enorme impacto en mi faceta creativa: Ángel González. Sus versos cambiaron mi manera de entender la poesía e inevitablemente en más de una ocasión me han hecho correr en busca de una libreta y un bolígrafo.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: por su impacto en mi vida, Me basta así, de Ángel González.
— Una novela: me resulta complicadísimo, pero voy a optar por una de las novelas contemporáneas que más me han atrapado en los últimos años, La delicadeza, de David Foenkinos.
— Un cuento: creo que voy a decantarme por Cortázar y su genial Casa tomada.
Una obra de teatro, un guion cinematográfico
— Una obra de teatro: le guardo un cariño muy especial a Pic-Nic, de Fernando Arrabal, pues con esta obra palpé por primera vez la magia que envuelve al teatro.
— Un guion: lo primero que se me viene a la cabeza es cualquiera de Woody Allen; pero en este momento voy a decir Antes del atardecer, de Richard Linklater.
Proyectos
Tengo entre manos el mejor poemario que he escrito. A veces pienso que ya está acabado y otras que aún le queda bastante por pulir. Espero que pronto me haga sentir completo, ya que solo cuando llega ese momento uno sabe a la perfección que el libro está terminado. Además, tengo ideas para una novela, pero esta creo que irá para largo.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
Querría ser la voz, el intérprete, de mi personaje favorito por excelencia: el silencio.
Mariano Rupérez Pérez (Las Palmas de Gran Canaria, 1989) es licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua y Literatura. Ha sido reconocido en tres ocasiones con el premio de poesía Saulo Torón, gracias a los poemarios Un amor de dieciséis letras (2008), El desván de doble llave (2009) y La dulce ausencia de un salero (2013). En 2011 publica Querida mujer desnuda con la editorial madrileña Poesía Eres Tú. Un año después, con Beginbook Ediciones, ve la luz su primera incursión en la prosa: Los vértices de un mundo redondo. Ha colaborado en diferentes proyectos literarios y antologías, como en tres ediciones de La espiral poética por el mundo o en el libro Poesía y narrativa (tras recibir una mención especial en el certamen literario de Juventud Canaria 2008). Durante 2015 y 2016 fue integrante del grupo poético-teatral Poseía Poesía, donde interpretaba sus propios versos. En 2016 publica la novela El punto final de los finales con la editorial Círculo Rojo.