Por Carolina Sánchez (*)
Me han pedido que escriba unas líneas sobre el libro, como librera y responsable comercial de la librería El libro Técnico intentaré contarles como veo el mundo del libro en Gran Canaria. En este año 2017 han cerrado varias librerías que llevaban muchos años con nosotros y se han ido abriendo otras, actualmente no se vive un buen momento porque el mercado del libro está estancado, ha subido ligeramente sin volver a los momentos de antes de la crisis. Afecta mucho Internet, redes sociales y no tanto el libro electrónico. Pero como buena noticia, me comentaba un distribuidor hace poco que en pueblos de la isla se abren nuevas librerías que hacen eventos culturales, lo cual me alegra mucho, porque el librero hoy, con la sociedad de comercio electrónico, en lo que nos diferenciamos es en que nos hemos convertido en prescriptores: hacemos que según los gustos de los lectores podamos recomendar libros que hagan, sobre todo, pasar un buen rato, desarrollar la imaginación y que las emociones fluyan.
En relación a los libros de texto, las ventas han bajado este año porque no hubo cambio de libros y se pudo hacer compra de segunda mano o que un compañero nos dejara los libros para este curso. Ahora entramos en campaña de Navidad, es la época que más libros se vende y están llegando a las librerías novelas, ensayos, libros infantiles, juveniles y de cualquier materia o interés del lector.
Las librerías deben ser un lugar donde la cultura y la diversión se junten. Digo diversión ya que leer un libro puede ser muy divertido o triste, pasar miedo, pensar, ayudarte a empezar a correr o saber qué es lo mejor para tu cuerpo.
Un libro, para mí, son emociones.
(*) Carolina Sánchez es responsable de El Libro Técnico y presidenta de la Asociación de Libreros de Las Palmas