Leandro Pinto: «El trastorno mental es uno de los materiales más fascinantes»

Entrevista exprés

Leandro Pinto, de origen argentino, vive en Gran Canaria y escribe sin parar desde su tenebroso universo. Locura, venganza, sangre, horror, hechos paranormales, forman entre muchos más conceptos el macabro calidoscopio de su realidad. Le interesan las casas poseídas por espíritus, el lado perverso de la naturaleza humana, el terror psicológico. Es uno de los escritores de este género más demandado por los jóvenes lectores — y los no tan jóvenes— a los que les gusta la literatura que pone los pelos de punta y el misterio aterrador.

Tres claves de tu último trabajo

En primer lugar, mi deseo era desmarcarme ligeramente de la narrativa de terror que había venido publicando en los últimos años, centrándome un poco más en el thriller psicológico, que era la temática habitual de mis primeras novelas. En segundo, el deseo de trabajar en profundidad con las enfermedades psíquicas. El trastorno mental siempre ha sido para mí uno de los materiales narrativos más fascinantes y atractivos con los que poder trabajar, pero en esta ocasión me interesaba empaparme en profundidad, a niveles clínicos, digamos. Tercera clave: la experiencia de publicar una novela breve, de no más de 35.000 palabras, y observar la reacción del público que, por suerte, está siendo muy positiva.

¿Qué autor o autora te inspira?

Eso depende mucho de la época lectora que esté viviendo. Son demasiados, en todo caso, y de cada uno de ellos intento fagocitar aquello que más me inspira. De Faulkner y Henry Miller, las posibilidades de explorar en las formas y de convertir la literatura en arte; de Hemingway, el ascetismo estilístico y la constancia; de Graham Greene, su capacidad para que los diálogos sean creíbles; de Dickens, la descripción de personajes; de Dostoievsky, su conocimiento profundo del alma humana; de Kafka, la contingencia de aplicar a cada situación narrativa una mirada enferma y algo retorcida; de Lovecraft, el papel incalculable de la imaginación; de Virginia Woolf, la posibilidad de convertir lo cotidiano en trascendental… En fin, de cada uno de ellos, y de otros muchos, hay muchísimas cosas que me inspiran.

Un poema, una novela, un cuento

— Un poema: Muertes de Buenos Aires, de Jorge Luis Borges.

— Una novela: La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.

— Un cuento: Jacob y el otro, de Juan Carlos Onetti.

Una obra de teatro, un guión cinematográfico

— Una obra de teatro: Baal, de Bertolt Brecht.

— Un guión: El caballo de Turín, de Béla Tarr.

Proyectos

Ahora mismo trabajo en unos cuantos proyectos, no de forma simultánea pero sí dedicando tiempos alternados a cada uno. Tengo un par de novelas de terror puro que siguen la senda temática de Pandemonio; una sobre una invasión de criaturas antropófagas en un pueblo rural, y otra sobre el advenimiento de un vampiro a uno de los pueblos que aparecían en una novela anterior (Colinas, donde tiene lugar la acción de Veneno de escorpión). Por otro lado, estoy dando las pinceladas finales a una novela que se aleja por completo, en tema y estilo, de lo que he publicado hasta ahora; es algo cercano al realismo sucio, mezclado con novela de carretera, y es un proyecto bastante ambicioso, en el que llevo más de cuatro años trabajando. Está acabado ya, pero aún tiene que pasar por diversas fases de corrección. También preparo un nuevo volumen de relatos y algún pequeño ensayo. Pero aún hay que trabajar bastante en todo esto.

¿Qué personaje de DRAGARIA serías?

Como personaje, suelo adoptar la forma de uno que da nombre a mi blog: El Disparaletras. Se trata de una criatura algo solitaria y apartada, impulsada por una cohorte de demonios, y sometida a la necesidad imperiosa y casi compulsiva de volcar en palabras todo aquello que siente y que bulle en su interior, disparando caracteres a diestro y siniestro. Es un ser creativo, sin duda, y en esta cualidad, creo, radica su principal identificación con el universo de DRAGARIA.


'Grietas el el tejado', de Leandro Pinto
Portada de ‘Grietas el el tejado’, de Leandro Pinto.

Leandro Pinto (Buenos Aires, 1983) reside en Las Palmas de Gran Canaria desde 2002. Su carrera literaria se inicia en 2010 con la publicación de Orlando Brown (Beginbook Ediciones), novela de corte fantástico-histórico que lo da a conocer en el ámbito de las letras canarias. En 2011 publica Remanso de paz (Anroart Ediciones). En 2012 publica Veneno de escorpión (Ediciones Babylon), su primera incursión en el género de terror. En 2013 se incorpora al catálogo de Mercurio Editorial con Consejera nocturna. A partir de 2014 logra un éxito considerable con la publicación de Pandemonio (Mercurio Editorial), novela que le ha permitido romper las fronteras y llegar a lectores de toda de España y países como México, Colombia, Ecuador, Argentina y Uruguay. La novela agotó las dos primeras ediciones y le permitió acudir a la Feria del Libro de Madrid en 2015. En 2016 ve la luz su primera antología de cuentos de terror, Un puñado de sombras. Siete relatos macabros (Mercurio Editorial). En 2017, sale a la luz Grietas en el tejado (Demencia, I) (Mercurio Editorial), su trabajo más reciente, un nuevo cambio de registro en su obra narrativa. Actualmente trabaja en más novelas y relatos, orientados en su mayoría hacia las vertientes oscuras de la mente humana, y publica microrrelatos y pequeñas historias en su blog. Además, imparte charlas y conferencias sobre literatura, entre ellas Vida y obra de H.P. Lovecraft, en el marco de la Quincena Lovecraftiana celebrada en la librería Sinopsis. En la Feria del Libro de Agaete 2016 es convocado para impartir una MasterClass sobre la historia de la literatura de terror, un encuentro que se bautizó con el nombre de 250 años de oscuridad. Un recorrido por la literatura de terror. Es una de las voces más destacadas de la literatura de terror y misterio surgida en Canarias. (Blog).

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