Abogada y periodista, esta inquieta venezolana afincada en Gran Canaria desde hace años escribe y vive la poesía. Ángela Molina defiende el papel protagonista de la mujer en la sociedad y casi toda su poesía gira en torno a ello. Forma parte de varios grupos de escritores, tanto de su país, natal como de las Islas, y ha participado en la organización de diversos actos literarios.
Tres claves de tu último trabajo
Desnudez, entrega, autoconocimiento. Son claves de todos mis poemarios, no solo de Gula, el más reciente. Solo escribo de lo que conozco de primera mano, de lo que me afecta como ser humano y como mujer. Creo que de esta manera se logra un lenguaje universal. Mis poemas están escritos para todas las mujeres. Y, por igual, para todos los hombres que se sientan identificados. Me sorprendo cuando leo que algunos poetas amigos dedican Las Hembras a sus madres y hermanas. Me sorprendo por la generosidad de alma que eso supone.
¿Qué autor o autora te inspira?
Me inspira la vida, lo que me pasa, lo que pasa a mi alrededor, Por estos días, Venezuela, la tremenda injusticia que estamos sufriendo. Antes, las poetas, tantas mujeres que sucumbieron víctimas de su propia sensibilidad y de un mundo que no las reconocía. La cotidianidad es una cantera, de allí la poesía surge como un maná del ser humano. Todo lo humano me conmueve y me incita a escribir.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: Los hijos infinitos, de Andrés Eloy Blanco.
— Una novela: Nada y así sea, de Oriana Fallaci.
— Un cuento: El Aleph, de Jorge Luis Borges.
Una obra de teatro, un guión cinematográfico
— Una obra de teatro: El aplauso va por dentro, de Mónica Montañés, y Monólogos de la vagina, de Eve Enseler.
— Un guión: El club de los poetas muertos, de Peter Weir.
Proyectos
Siempre estoy escribiendo, sin pensar en un proyecto concreto. Cuando el poemario está listo, me lo dice, puja por salir. Una vez que publico, puedo dedicarme al próximo. Es la única forma de seguir adelante. Ahora mismo lo que me sale del alma son poemas breves, escritos para los muchachos que están luchando en Venezuela y para mi hijo mayor, que está por abandonar el nido.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
Sobre este punto, me han comentado poetas y escritores que ya se han publicado en Dragaria que vale la imaginación. Yo quisiera ser Roraima, un tepuy que encarna a la Diosa de las Aguas en Venezuela, y que guía todas las fuerzas de la naturaleza. Ella es fuerte, sensible y abierta. Es una especie de diosa madre. El agua es para mí un elemento femenino. Las mujeres somos, o nos volvemos, agua. Allí nace la vida, toda vida. Roraima no impone, enseña. Es paciente y benevolente. Espera siempre. Pero es alta y difícil de alcanzar.
Ángela Molina (Caracas, 1967) es abogada y periodista por la Universidad Central de Venezuela. Ha publicado los poemarios Aclaratoria (Editorial Bid&co, 2013), Imprudencias (Editorial Diosa Blanca, 2015) y Gula (Editorial Eclepsidra, 2016). Cursó talleres de poesía y ensayo con Armando Rojas Guardia y de creación poética con Igor Barreto y Edda Armas. Es miembro del Círculo de Escritores de Venezuela, la Asociacion de Escritores y Escritoras Palabra y Verso, Nueva Asociación Canaria para la Edición (Nace) y la asociación Palabra de Mujer. Actualmente vive en Las Palmas de Gran Canaria.