Miguel Aguerralde, nacido en Madrid, criado en Gran Canaria y desarrollando laboralmente su labor de profesor en la isla de Lanzarote, es uno de los jóvenes escritores más prolíficos del Archipiélago. Maestro, padre, soñador empedernido, trata de hacer amar la lectura a los más pequeños que le rodean, y algunos de sus libros son usados en las escuelas conejeras. El pasado año se atrevió con una novela romántica, que no dejaba de lado el misterio, y este año vuelve a sus orígenes de género negro y suspense.
Tres claves de tu último trabajo
Alicia es una novela negra que, como tal, se desliza sin hacer ruido entre el suspense, la esperanza y el lado más oscuro del ser humano.
¿Qué autor o autora te inspira?
Crecí a caballo entre el cine y la literatura. Del primero me marcaron Hitchcock y Scorsese y de la segunda sería injusto nombrar sólo a unos pocos. Sin duda Poe, Stephen King y Pérez Reverte, en una primera etapa, pero disfruto leyendo mucho y de todo, desde Chandler o Hammett a Phillip K. Dick, por ejemplo. Aquí en casa mis referentes son Correa y Ravelo por afición y cercanía.
Un poema, una novela, un cuento
— Un poema: Neruda, siempre Neruda.
— Una novela: Mararía, de Rafael Arozarena.
— Un cuento: Cualquiera y todos de Gianni Rodari.
Una obra de teatro, un guión cinematográfico
— Una obra de teatro: El Don Juan Tenorio, de Zorrilla, representado al aire libre por las calles de Vegueta.
— Un guión: El silencio de los corderos, de Jonathan Demme, cambió mi vida, pero por muchos motivos me quedaría con Blade Runner, de Ridley Scott.
Proyectos
Intento terminar mi primera novela de ciencia ficción y atacar un proyecto infantil que por mi trabajo me ilusiona mucho. Pero tengo previsto volver pronto al género negro para quedarme.
¿Qué personaje de DRAGARIA serías?
Un errante dragomán que recorriera DRAGARIA reviviendo cuentos de ayer, hoy y mañana. Un contador de historias y tejedor de sueños.
Miguel Aguerralde (Madrid, 1978) nació a tiempo para ver declinar la década de los setenta y pasó las dos siguientes buceando en lecturas, series y cine negro y de terror de todas las épocas. Fascinado por el misterio y por zambullir al lector en truculentos bosques de emociones, compagina su labor docente con la escritura de inquietantes cuentos y novelas de suspense. Criado y crecido en Las Palmas de Gran Canaria, escenario habitual de sus historias, actualmente reside en Playa Blanca, Lanzarote, donde da clase en un colegio de Primaria. Ha participado en un buen número de antologías de relatos y publicado hasta la fecha una docena de novelas con editoriales tanto canarias como peninsulares. Algunas de las más conocidas son Claro de Luna, Noctámbulo, Caminarán sobre la tierra, El fabricante de muñecas o Laberinto. En 2016 exploró por primera vez la novela romántica con La chica que oía canciones de Kurt Cobain y regresó con éxito al thriller noir con Alicia, su primera colaboración con la editorial Cazador de Ratas. (Web).