Djoko Luis Stéphane Kouadio (Abiyán, Costa de Marfil, 1976) es Profesor de Literatura Española (maître-assistant) en la Universidad Félix Houphouët-Boigny de Costa de Marfil. Experto en la obra galdosiana, sus ejes de investigación son la literatura española de los siglos XIX-XXI y la literatura comparada. Es miembro de la SLESXIX (Sociedad de Literatura Española del Siglo XIX de la Universitat de Barcelona) y de la Asociación Internacional de Galdosistas (AIG). Suele participar en congresos, coloquios y eventos internacionales en torno a sus ejes de trabajo.
Benito Pérez Galdós y Juan Carlos de Sancho son españoles. Galdós pertenece al siglo XIX mientras que Juan Carlos de Sancho forma parte de los escritores contemporáneos. Como ironía de la historia, son canarios. A través de sus personajes krausistas tales como Pepe Rey, Máximo Manso o León Roch, es posible observar tres tipos de reformas que constituyen el núcleo de la doctrina galdosiana en su deseo de regeneración de España. Primero, aparece la reforma educativa que insiste en el concepto de la libertad y el perfecto uso del razonamiento del individuo. Segundo, el novelista expone la necesidad de la reforma social. A este nivel, Galdós quiere instaurar una sociedad democrática basada en la justicia, la verdad, la cultura, el progresismo, la tolerancia, la igualdad y la laicidad. Tercero, se destaca la renovación de las mentalidades con respecto a la religión. Además, Benito Pérez Galdós propone su proyecto reformador o regeneracionista mediante, por ejemplo, la ironía, la destrucción de los perjuicios y el perspectivismo psicológico en sus obras. Esta voluntad galdosiana para cambiar profundamente la sociedad española decimonónica se ve en el ensayo del XXI a través de la escritura de Juan Carlos de Sancho. Las novelas galdosianas y los ensayos de Juan Carlos de Sancho son obras didácticas, idealistas y humanistas.
El ensayo es un género literario flexible, que presenta, de manera libre y sin deseo de exhaustividad, las reflexiones del autor sobre una temática precisa. El ensayo de Juan Carlos de Sancho tiene características específicas porque aborda varios temas que pueden resumirse en cómo vivir bien, en paz, paz interior y paz exterior. Juan Carlos nos propone las llaves para alcanzar tal objetivo. Tomamos, por ejemplo, el caso del Diccionario del mono leído (2015). En efecto, la obra consta de tres partes que son una introducción, una conclusión y un desarrollo de 27 capítulos cuyos títulos remiten a las letras del alfabeto. Es un diccionario de 466 palabras. La introducción, con rasgos de un prólogo o de la prefacio, se titula Puedo ser mono pero no tonto. Qué armonía poética, provoca inmediatamente la sorpresa, la sonrisa y la risa como lo revela la primera frase: «Los seres humanos han involucionado. Las palabras que utilizaban para desmarcarse de nosotros, los animales, perdieron poesía y abundancia».
«Estos ensayos no se desmarcan de la perspectiva galdosiana que establece una distinción entre los seres sensatos y los insensatos»
La introducción informa al lector con respecto al contenido de la obra ensayo que debe considerarse como una reflexión pura y no tonterías divulgadas por un mono racionalista aunque presenta a los seres humanos como inferiores a los animales. Mediante sus palabras, el mono le reprocha al ser humano ser tópicamente materialista. La casa del caracol. El pensamiento archipiélago (2013) nos propone otra forma de escritura. Se caracteriza por un tipo de autobiografía que utiliza Juan Carlos para justificar sus futuras reflexiones. Por ejemplo, en la parte titulada Causas de esta compilación, que remite a la parte introductora del ensayo, Juan Carlos de Sancho escribe: «Durante mi etapa universitaria leí con devoción a Michel Montaigne, el padre del ensayo moderno. Sus textos sobre la amistad, el papel de la educación, la importancia de la libertad y sus reflexiones sobre su propia vida dieron alas a mis primeros pensamientos y pensatiempos. Y siempre con la misma duda: los retos de hoy no son los retos de ayer». Cabe señalar que Montaigne, Erasmo y Rabelais forman parte de los maestros del movimiento humanista del siglo XVI. En La casa del caracol, el libro que aparece personificado, reflexiona y entrega al lector sus propias reflexiones con respecto a su recepción. Dice: «Cuando el librero me coloca en el escaparate, comienzo un viaje a través del espejo: ¿viajaré por una realidad distorsionada? ¿Me tratarán con delicadeza? ¿Terminaré abandonado en una estantería? […..] me gusta cumplir con mi papel».
Estos ensayos no se desmarcan de la perspectiva galdosiana que establece una distinción entre los seres sensatos y los insensatos. En la obra galdosiana, por una parte, tenemos a los racionalistas, intelectuales abiertos al otro, tales como Teodoro Golfin en Marianela, Máximo Manso en El amigo Manso, Benigna en Misericordia, León Roch en La familia de León Roch, entre otros. Por otra parte, reconocemos a los conservadores e intolerantes personajes de la novela galdosiana como insensatos por su actitud de suficiencia, menosprecio hacia personajes que no pertenecen a su grupo social: la burguesa Sofía en Marianela o el corrupto hermano de Máximo Manso, el sacerdote racista D. Romualdo en Misericordia, el tacaño Torquemada.
De manera sintética, se desarrollan, entre otros, los puntos siguientes entre Benito Pérez Galdos y Juan Carlos de Sancho:
- El viaje como modo de aprendizaje
- El racionalismo y el libre albedrío (véase en La casa del caracol: «Si Shakespeare hubiese vivido en Canarias, su veredicto inapelable hubier sido «ser y no ser, esa la cuestión». Por aquí también estuvieron los ingleses y creo que me darían razón. O no» (pp.127).
Varios puntos relacionan la obra de Juan Carlos de Sancho a la de Benito Pérez Galdós:
- El rechazo del oscurantismo
- La necesidad de la instrucción
- La apertura al otro
- El viaje como fuente de conocimiento, aceptación de ideas nuevas o diferentes y, sobre todo, puente entre seres humanos de diversos horizontes.
- La denuncia de los perjuicios culturales
- La necesidad del progresismo
- La crítica de la mala gobernanza
- Preservar el medio ambiente y el entorno urbano.
- La crítica de la burguesía mercantilista y egocéntrica
- La necesidad de la amistad
- El análisis del fenómeno religioso
- La angustia existencial (a través del análisis del paro, de la muerte, de la caída o el éxito social) y la alegría de vivir
- La importancia de la ironía y del humor en la escritura
- La caracterización o descripción del ser humano a través de animales
- El perfecto uso del razonamiento
Como el famoso escritor canario del siglo XIX, Juan Carlos de Sancho se preocupa por el estudio del ser humano de su época mediante una aproximación cultural, histórica, filosófica y humanista. De ahí, se destaca el compromiso del escritor Juan Carlos de Sancho. En efecto, la literatura comprometida remite a la técnica de escritura escogida por el autor para poner de relieve y defender una causa ética, política, social o religiosa. Al utilizar su pluma, el escritor no puede desinteresarse de su tiempo y manifiesta, en el mismo tiempo, su compromiso a que le condena su arte. Para Benito Pérez Galdós, sus compatriotas del siglo XIX, deben aceptar la llegada a España de nuevas ideas, heredadas de Las Luces del Siglo XVIII, progresistas en un mundo caracterizado por la revolución industrial, el progresismo y la denuncia del oscurantismo tradicionalista e inútilmente intolerante. Se trata de una nueva España que lucha para el bienestar a todos los niveles del ciudadano. Es la razón por la cual toma su importancia la cita de Teodoro Golfin en Marianela: «Ir adelante», cirujano formado en los Estados Unidos y que permite que Pablo Penáguilas recobre la vista.
«el estilo ensayista de Juan Carlos de Sancho tiene su propia originalidad por su técnica y el acento puesto sobre el humor sarcástico»
Según Benito Pérez Galdós, España debe renovarse y no aislarse. Sus personajes clave quieren y luchan para la redención moral, espiritual y material de los que sufren. La obra galdosiana propone a la sociedad española una mirada diferente. Asimismo, El diccionario del mono leído y La casa del caracol son dos ensayos que promueven una nueva mirada a la sociedad contemporánea. La casa del caracol (en su sección El pensamiento archipiélago) se basa en las islas Canarias como microcosmo donde se condensa esta mirada: «Y lo digo de esta manera [….] nos gusta la isla-casa donde vivimos pero nos fascina el mundo».
Método educativo, ironía-humor, apertura al nuevo, anticonformismo, tolerancia, libertad, son, entre otras, unas huellas de Benito Pérez Galdós en La casa del caracol y El diccionario del mono leído de Juan Carlos de Sancho. Como heredero del sistema de pensamiento de Benito Pérez Galdós opuesto a la sociedad atrasada dice Juan Carlos de Sancho en La casa del caracol a propósito de las palabras del escritor decimonónico: «Es difícil zafarse de los arquetipos nacionales, deshacerse del espectro nacional, incluso puede llegar la Democracia y tardar en instalarse más de cien años por culpa de las rutinas y estereotipos, como escribía el escritor insular canario más universal Benito Pérez Galdós (…). Galdós hablaba de la visión de los que venían de ultramar, una visión más amplia propia de los que viven continuamente en culturas visitadas, un espíritu más conciliador y placentero.». Sin embargo, el estilo ensayista de Juan Carlos de Sancho tiene su propia originalidad por su técnica y el acento puesto sobre el humor sarcástico con El diccionario del mono leído y la remodelación del pensamiento en La casa del caracol; ensayos que superan las fronteras españolas para unir, a través de la solidaridad universal, temática galdosiana, a los seres humanos de todas culturas.
Fotografía de portada: Ángeles Jurado