Aunque ya fue estrenada en el transcurso de la XXIX edición de la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria, José Luis Correa vuelve a presentar este martes, en esta ocasión en el museo Poeta Domingo Rivero a las 19.00 horas, La décima caja (CanariaseBook, 2017), una novela de base histórica en la que fabula acerca del destino de la única caja que no pudo ser rescatada de las diez que se hallaban en las bodegas del buque Alfonso XII cuando se hundió en la baja de Gando el 13 de febrero de 1885. Cajas que contenían oro y «documentación sensible para el conflicto de Cuba en 1886», precisa el autor.
Una obra que, a pesar de su componente histórico, Correa circunscribe a la ficción: «Yo no creo en la novela realista, ese oxímoron. Aunque esté basada en hechos reales y comprobados, es la visión del autor, su interpretación, la selección que hace del material, su perspectiva la que está en la novela. Me ha gustado hacer uso de personajes históricos y de referencias de prensa, pero más me ha gustado crear personajes de ficción».
Para ello, el autor tuvo que llevar a cabo una exhaustiva labor de documentación, cotejando documentos históricos, en lo que en un principio, hace ahora 14 años, fue una novela por entregas por encargo de la Asociación de Consignatarios del Puerto de Las Palmas que llevó por título La hija del náufrago. Un trabajo, el de documentación, que a Correa le parece «de lo más complicado y difícil de la tarea del escritor». «Admiro a aquellos que se pasan meses, años investigando y documentándose sobre un tema. A mí me falta paciencia (quizá talento) para esa labor porque lo que me apasiona es escribir. A eso se le suma mi condición de profesor que escribe: tengo poco tiempo para dedicarle a la creación literaria y cuanto más te documentas menos escribes», señala.
El autor, que mantiene con Alba una relación editorial que cubre toda la saga del detective Ricardo Blanco, ha publicado títulos como Me mataron tan mal, Una canción para Carla, Murmullo de hojarasca, El tanatorio o ahora La décima caja con otros sellos. Sobre la experiencia de publicar con una editorial de implantación nacional y otras independientes, Correa asegura que «es una experiencia distinta desde el punto de vista literario y editorial: literariamente hablando no es lo mismo construir una historia que se abre y se cierra en la novela que una saga, en la que los personajes tienen visos de continuidad. Y editorialmente Alba es una de las editoriales más especiales del panorama español. Ha ganado varios premios a la edición. Edita y difunde de un modo magnífico. Llega a lugares a los que editoriales más pequeñas o más locales les cuesta llegar».